Ilustraccion de Anna Llansa

 

Me había olvidado completamente del Camaleón y al girarme fue lo que vi. Bueno solo vi sus ojazos porque su cuerpo se había mimetizado con  la cueva.

-Que vienes a engañarme otra vez? Te advierto que nadie se mofa dos veces de Sr. Tocino.

-Solo quería ponerte a prueba.Tu empeño y tozudez me han convencido que eres un cerdo de fiar.Si quieres salir de esta cueva solo tienes que meter tus dos pezuñas en los agujeros del «enchufe» , decir la palabra mágica y la puerta se abrirá ante ti.

Le miré con cara de incrédulo y pocos amigos. Mi madre siempre me aconsejo que no me fiara de nadie que no fuera rosa, gordo y con la cola en forma de escalera(que era característica propia del clan familiar). Camaleón no cumplía ninguna de estas normas así que me tome un momento de reflexión y me sobrevino un flashback del pasado.

Hace algunos años hubo una epidemia porcina en la granja. Muchos cerdos murieron y uno de ellos lamentablemente fue mi madre. Veíamos como cada día la piara iba sufriendo bajas, el tio Frank fue el primero, aunque no me importo mucho porque era un viejo cascarrabias cuya única misión en la vida era desmotivarme en todo lo que hacia. Así que aunque suene cruel, me alegre que se fuera al cielo o infierno de los cerdos antes que otros familiares mas apreciados. Le siguieron mis abuelos,  algunos primos y di gracias a Dios que la enfermedad pasara de puntillas delante de mi madre y mía.

Faltaban dos días para acabar con la cuarentena en la granja ya que no se habían dado mas casos recientes y todos los cerdos con síntomas o que habían estado en contacto con enfermos, habían sido sacrificados. Esa mañana como todos los días fui con mi madre a desayunar bellotas aunque algo era diferente. Notaba que su paso era lento, su respiración entrecortada y su color rosado se había teñido de verde oliva. En el camino a la encina, Mamá se fue quedando cada vez mas retrasada. Cada vez que echaba la vista atrás me hacia un gesto con la cabeza para que no parara, que continuara hacia las bellotas. Yo intuida lo que pasaba y decidí por una vez en la vida no llevarle la contraria a mi madre y seguir su consejo hacia la vida. Cuando llegue al árbol, me tumbe contra su tronco y busque a Mama . No la encontré…Lo único que vi fue al granjero con una carretilla y una silueta porcina dentro.

Mi relación con Mama había terminado en la lejanía. La note poco a poco alejarse de mi pero a la vez la sentía mas cerca en mi corazón. Una lágrima se deslizo por mi mejilla con la casualidad de caer le en la cabeza de una ardilla que se encontraba frente a mi con una deliciosa bellota en las manos. Compartimos bellota y conversación durante un rato que me servio para desahogarme y poder tragar el nudo que se me había hecho en la garganta con la perdida de mi madre. Además hice una nueva amiga que todavía conservo, aunque en la lejanía como a mama, ya que se mudo a otra granja cuando Granjero decidió talar la mayoría de los arboles para ganar en campo de cultivo.

Mi Flashback termino con un suspiro y una nueva lágrima recordando a Mama. Que habría hecho ella en mi caso? Pues no fiarse de un bicho que cambia de color según le viene en gana. Pero como yo no era ella, decidí darle una oportunidad, metí las pezuñas como pude en los agujeros y le pregunte por la palabra mágica.

-Repite en voz alta esta palabra 3 veces y la puerta se abrirá: TITIRITERO.!!!

Y efectivamente la puerta se abrió y la luz del exterior casi ciega mis ojos. Cuando los logre abrir, volvía a estar solo pero con un collar en el cuello que decía Sigue el olor de las flores……..

Si te perdistes las lonchas anteriores, aqui las tienes: